top of page

Tanto del punto de vista turístico como gastronómico  Brasil es país que vale la pena. Es país agradable para los diabéticos, hay que decir que su número crece cada vez más. Los distintos restaurantes permiten seguir sin dificultad su dieta. Es muy fácil tener comida equilibrada y hay un montón de frutas como sandías, mangos, piñas…

Se puede notar que normalmente en la mayoría de los  hoteles tendrán una heladerita para guardar la insulina.

Si viajan en bus estén tranquilos que hay siempre una parada para comer al mediodía o a la noche. Va a ser un por quilo de media o baja gama pero podrán comer algo sano o al menos comestible.

Los distintos tipos de restaurantes:

-Los por quilo. Son de tipo buffet con una bastante amplia variedad de entradas, arroz, papas, vegetales, carne, pescado  y a veces postres. Como dice su nombre se paga por kilo. Es económico, práctico, rápido y por eso es mi preferencia para el almuerzo. Normalmente sirven  jugos naturales.

-Los tenedores libres. Funcionan también como un buffet pero libre. El precio es fijo y comen lo que pueden.

-Los rodizzios de pizza y las churrascarías tienen el mismo principio de precio fijo pero los mozos pasan y les ofrecen pizzas ad-libitum o en las churrascarías, además del buffet libre, carne ad-libitum también. Hay que ser razonable sino todo terminará como en la película el sentido de la vida de los Monty Python y sé de lo que estoy hablando…

Los desayunos son fantásticos aunque frustrantes para nosotros pobres diabéticos. Seguimos con el sistema buffet pero ahora se trata de pan, huevos, salchichas, tortas caseras, algunas hechas con edulcorante. Tengan cuidado con el edulcorante que se usa a veces uno que está prohibido a la venta en Canadá.  Igual pienso como muchos médicos que es mejor comer un extra de vez en cuando que todos los días algo con edulcorante. Como siempre todo está en el exceso.

Quiero por terminar compartir un conocimiento mío que adquirí después de varios viajes en Brasil. Se trata de la famosa y excelente fejoiada un plato tradicional que combina arroz blanco con frijoles negros cocinados junto a algo de salchichas. Se parece de alguna manera al cassoulet francés. Cada vez que como este plato que me encanta baja mucho la glucemia hasta la hipoglucemia. Una nutricionista simpática me aseguró que no era loco y que la combinación arroz-frijoles bajaba mucho el índice glucémico.  Lo que seguramente explica todo.

En resumen, si tienen dificultades para seguir su dieta no hay que ir a Brasil porque puede ser que se rindan frente al increíble buffet del desayuno. Pero creo que van a disfrutar de Brasil y volverán ¡al menos para la comida!

Comida en Brasil
bottom of page